Imperdibles

¿QUÉ ES EL TOMATE CONCENTRADO?


Es una pasta de tomate, sin piel ni pepitas, a la que se le quita gran parte del agua, para obtener como resultado, un puré con súper mega sabor a tomate.
Su origen lo encontramos en el sur de Italia, Sicilia y Malta, donde, antiguamente, lo preparaban como método de conservación del excedente de tomate. Con los tomates maduros, fabricaban un puré, que extendían sobre tablones de madera y dejaban secar al sol de Agosto (tela marinera), hasta conseguir una pasta morenita, que se recogía y se guardaba hecha una bola.
Actualmente se fabrica de manera industrial, deshidratando el tomate finamente triturado. El resultado es una pasta rojo oscuro con un sabor súper intenso. Lo venden en latas y en tubos, y se suele utilizar para potenciar el sabor a tomate de las salsas de tomate, las Boloñesas, y como ingrediente de algunos guisos. Es el ingrediente principal del Ketchup.

Yo lo utilizo para la Boloñesa, sobre todo.
El motivo de este imperdible que os presento, además de para que conozcáis nuevos productos, es para contaros cómo lo conservo. Fue mi amiga M la que me lo enseñó, y la verdad es que es un sistema genial, desde que me lo contó, no desperdicio ni una gota de concentrado, que antes se me estropeaba en la nevera.

Se trata de congelarlo en "monodosis", de la siguiente forma:

1º Pon un trozo de papel film para cocina centrado sobre una taza o vaso no muy profundo.





2º Pon una o dos cucharadas de concentrado de tomate en el centro del film.





3º Cierra el film, formando una bola, como si fuera un caramelo.





4º Mete al congelador los paquetitos. Para utilizarlos, sólo has de retirarles el film y añadir al guiso directamente sin descongelar.
















¿QUE ES BUTTERMILK?


Buttermilk es un producto lácteo líquido de color blanquecino, menos espeso que la nata, con un contenido bajo en grasa, y de sabor ligeramente agrio. Se consume como bebida en buena parte de Centro Europa y también en la India, como refresco. También es muy utilizado en la elaboración de muchos tipos de pan, así como de sopas y salsas cremosas. Antiguamente, se prodicía durante la elaboración de la mantequilla, al batir la nata, la grasa se concentraba en forma de mantequilla y el líquido sobrante es el suero de mantequilla (buttermilk). Actualmente la mayor parte del buttermilk no se elabora según el método tradicional, sino como un cultivo: leche a la que se le añaden agentes acidulantes para simular el producto original. El sabor ligeramente agrio de este "suero cultivado" se debe al proceso de fermentación. En este proceso, la bacteria que lo inicia convierte la lactosa en ácido láctico. A medida que el pH desciende por esta reacción, la leche se vuelve más agria. Debido a su acidez, el suero de mantequilla suele tener un periodo largo de conservabilidad. (fuente: Wikipedia)
Podemos encontrar buttermilk en supermercados tipo Lidl o Aldi, aunque también podemos fabricar nuestro propio buttermilk con muy buenos resultados.
Para hacer buttermilk sólo necesitamos:
250ml de Leche entera
1 cucharada de vinagre blanco
Mezclamos ambos ingredientes, removemos y dejamos reposar unos 10-15 minutos. Pasado ese tiempo, obtendremos una leche espesa, casi como si estuviese cortada. Ese es nuestro sustituto de Buttermilk.
Los bizcochos hechos con esta mezcla son más esponjosos, debido a la reacción química que se produce entre el acido del vinagre y la Levadura o bicarbonato. Probadlo, ¡ya veréis!

2 comentarios:

Conch dijo...

Me acabo de quedar flipá con el buttermilk (pronúnciese /buter'mílk/). Toda la vida viéndolo en el extranjero y nunca me había parado a pensar el él...

Ague dijo...

Todos los días se aprende algo nuevo!!! En los bizcochos se nota la diferencia.