PASTEL DE CALABACÍN Y CEBOLLA CARAMELIZADA

Esta semana voy con retraso, ayer no pude publicar la receta, y es que me falta tiempo. Hemos tenido un fin de semana de esos de "pa'llá y pa'cá" todo el día, y si os digo la verdad, sin tiempo para nada que requiera un mínimo de atención.
Esta tarta de calabacín con cebolla caramelizada, la hice por primera vez en la cena que preparé a mi madre en su casa. En aquella ocasión, le puse muuuuuucho queso, y me la cargué, así que la que os traigo hoy, es la versión 2.0, la mejorada.
Esta receta es una delicia, es muy facilita, como siempre, pero a la vez súper vistosa. Una "delicatessen" pero sencilla. Se puede hacer en modo grande, para hacer porciones; o mejor aún en la versión mini, de bocado, para una cena de pie o tipo cóctel, de lujo.
Os pongo la receta de la masa que he hecho esta vez, pero podéis comprarla ya hecha y os ahorráis un paso. La mejor opción, una masa quebrada.

PASTEL DE CALABACÍN Y CEBOLLA CARAMELIZADA
INGREDIENTES
Para la masa:
175g de harina
75g de aceite
75g de agua
un pellizco de sal

Para el relleno:
5 huevos
1 calabacín
1 cebolla
2 cucharadas de azúcar
50g de Queso Roquefort
50ml de nata
Aceite de oliva
Sal

¿CÓMO LO HAGO?
Precalienta el horno a 180ºC.
Lo primero, amasar la masa para la base.
Calienta el agua con el aceite, y añade de golpe toda la harina con la pizca de sal. Mezcla hasta que se incorpore toda la harina y se haga una masa harinosa, frágil.
Cubre la base de un molde (mejor si es desmoldable) con la masa. Al ser una masa bastante frágil y blandita, lo mejor es ponerla en el molde y extenderla con los dedos, repartiendo por todo el molde de forma uniforme.
Hornea unos 10 minutos a 180º y saca del horno.

Mientras tanto, corta la cebolla en rodajas finitas. Pochala en una sartén con un chorrito de aceite, hasta que quede transparente. Llegado a ese punto, agrega el azúcar y deja que se caramelice unos minutos. Reserva.
Por otro lado, corta en rodajas finas un calabacín y ponlo en un cuenco apto para microondas, con una pizca de sal y cubierto con film. Cocina en el micro, 5 minutos a 800W. Reserva.
Mezcla en un bol, los huevos, la nata y el Roquefort desmigado. Agrega una pizca de sal.

En el molde, cubre la base con la cebolla caramelizada, encima coloca las rodajas de calabacín. Cubre todo con la mezcla de huevo y Roquefort.

Hornea 30 minutos a 180º o hasta que esté dorado por la superficie.
Sirve, preferiblemente caliente, ¡aunque también está rico frio!
Pruébalo y me cuentas, ¿vale?